Si hay un segmento que ha aprendido a resignificarse es el de las pick-ups. Consideradas no hace mucho netamente para el trabajo duro, las propuestas actuales se han sofisticado y ofrecen mayor refinamiento en su presentación. Este es el caso de la Ford Ranger Black Edition.
Esta es en esencia la Ranger de quinta generación, en su versión Limited (que es la tope de gama), vestida con un elegante traje negro. Si bien es cierto que es un modelo que va de salida —la Ford Ranger 2023 está próxima a aterrizar en nuestro país— el toque extra en el look y la incorporación de motores Euro VI lo mantienen vigente para nuestro mercado.
Ford Ranger Black Edition: detalles del exterior
La denominación Black Edition nos resume un poco de que va el exterior. Esta variante de la Ranger mantiene sus dimensiones: 5,35 metros de largo, 2,16 de ancho, 3,22 de distancia entre ejes y un despeje al suelo de 23,2 cm. Los ángulos de ataque y salida también permanecen inalterados, 28º y 26º respectivamente.
La pick-up mediana de Ford luce al frente una parrilla oscurecida con la inscripción Ranger, faros delanteros y luces diurnas en LED, exploradoras (estas en tecnología halógena) con contorno negro y cuenta con sensores de proximidad en el parachoques.
De hecho, aparte del logo, las inscripciones Limited y los stickers 4×4 en los paneles traseros, poco más es de un color diferente al negro. Elementos como la barra San Antonio tubular, los estribos, los posapies, los rines de 18 pulgadas, la barra de techo, las manijas de las puertas y los espejos exteriores (estos con luz de giro) son totalmente negros en acabados mate o brillantes.
Se trata de un vehículo de trabajo, así que la capacidad de carga no es un dato menor. En el caso de la Ranger Black Edition podemos cargar hasta 1.023 Kg. Esta es una de las mayores capacidades para una pick-up mediana, entre las que se venden en nuestro país. De serie viene con bedliner para proteger la caja de carga.
En la barra San Antonio se integra el tercer stop y cuenta con luces direccionadas hacia el platón. Estas se activan con un botón ubicado a la izquierda del volante. Otro aspecto a destacar es el peso del portón trasero y lo fácil que es levantarlo gracias al sistema de guayas que trae. El cierre y el ajuste son bastante suaves también.
Por dentro
Si alguna vez vio la cabina de una Ford Ranger Limited, aquí no va a encontrar diferencias. Si bien no hay materiales sofisticados, los acabados y el ensamble son de buena calidad. El volante multifunción forrado en cuero es de gran tamaño y se puede regular en altura más no en profundidad.
Los asientos en cuero sintético son firmes sin ser duros y tienen buena sujeción lateral. La silla del conductor tiene configuración eléctrica en altura, distancia y reclinación del respaldo, así como ajuste lumbar de tipo mecánico. El pasajero cuenta con las mismas opciones para su asiento, pero todas son mecánicas.
La Ford Ranger Black Edition es una de las pick-up medianas con mayor espacio para quienes viajan atrás. Hay buen despeje entre la cabeza de los ocupantes y el techo y suficiente distancia para las rodillas. Sienta sin problema 5 pasajeros ya que no hay demasiada incidencia del túnel de transmisión. Si no hay cupo completo, el respaldo central se abate para usarse como reposa-brazos.
Vida a bordo
A nivel de equipamiento encontramos un tablero de instrumentos con un velocímetro análogo y dos pantallas TFT de 4,2 pulgadas. En la de la izquierda visualizamos asistencias a la conducción, información de recorridos, consumos y estado del vehículo. La de la derecha está destinada al navegador y la multimedia.
La Ranger Black Edition cuenta con sistema SYNC 3.4 que se gestiona desde una pantalla táctil de 8 pulgadas. Es compatible con Apple CarPlay y Android Auto por medio de cable USB. Además disponemos de climatizador bi-zona que se opera tanto desde el display como desde botones ubicados en la consola central.
Desde allí también gestionamos funciones como los sensores de proximidad, el bloqueo de diferencial y el siempre útil control de descenso cuando salimos a terrenos destapados. También contamos con dos salidas de 12 voltios y dos puertos USB tipo A. Mismos puertos que no le vendrían mal a las plazas traseras, así como un par de salidas de ventilación.
En cuanto a la cabina, es amplia y agradable, la disposición de los mandos es adecuada, son de buen tamaño y de fácil acceso. Eso es algo que se agradece, porque cuando manejamos lo último que queremos es distraernos buscando algo en la consola central. Encontrar la posición ideal de manejo será sencillo y y la visibilidad, tanto hacia atrás como hacia delante y costados, es óptima.
Ford Ranger Black Edition: desempeño contrastado
Bajó el capó de la Ford Ranger Black Edition se aloja el conocido motor Puma de 5 cilindros y 3.2 litros que entrega 197 caballos de potencia y 470 Nm de torque. Este se acopla a una transmisión automática de 6 velocidades. Es un tren motriz robusto y confiable. De potencia va sobrado y el torque es más que suficiente para hacer adelantamientos en carretera sin esfuerzo.
La novedad pasa porque ahora cuenta con tecnología Euro VI, tiene filtro de partículas que genera menos emisiones y necesita de AdBlue (urea automotriz), el cuál habrá que recargarlo de acuerdo al uso que se le de a la camioneta.
Cuenta con tracción integral y selector de modos 2H, 4H y 4L, que se operan desde una perilla en la consola central. Gracias al sistema Shift On The Fly podemos pasar de 2H a 4H en movimiento mientras no superemos los 100 Km/h. Su enfoque no es precisamente el off-road, pero en ese terreno también es capaz.
El esquema de suspensión, independiente con barra estabilizadora adelante y eje rígido con ballestas atrás funciona muy bien y absorbe de forma apropiada las irregularidades del terreno. Tiene algo de rebote al frente, pero en ningún momento pierde su aplomo. A esto también contribuyen los controles de tracción y estabilidad que intervienen sin ser invasivos.
Es un vehículo bien plantado, estable, se comporta con propiedad y mantiene el balance tanto a altas velocidades como al tomar las curvas —tiene dirección electroasistida—. Nos sorprendió lo fácil que es conducirla, pese a su tamaño. Ciertamente, se siente como un vehículo grande, pero dista mucho de aquellos viejos modelos pesados, cuya dirección era dura y el ángulo de giro todo un desafío.
A nivel de consumo hay que recordar que es un motor diésel de 3.2 litros y 5 cilindros. Durante los días que tuvimos a la Ford Ranger Black Edition tuvimos un promedio de 11 Km/litro que está dentro del estándar. Con el tanque completo estaría por encima de los 600 Km de autonomía.
Seguridad
El equipamiento de seguridad para la Ranger Black Edition es bastante completo. Equipa 7 airbags, cinturones de 3 puntos, anclajes ISOFIX, frenos con ABS (antibloqueo) y EBD (distribución electrónica de frenado), de buen tacto por cierto, sensores de parqueo frontal y trasero, cámara de parqueo trasera, asistente de arranque en pendientes, control de descenso, entre otros.
A nivel de asistencias a la conducción tampoco se queda corta esta pick-up. Cuenta con control de crucero, limitador de velocidad electrónico, sensor de presión de neumáticos, control de velocidad adaptativo, sistema de reconocimiento de señales de velocidad, asistente anti-colisión, detección de peatones, sistema de permanencia en el carril y sistema de luces altas automáticas.
Nos gustó / Nos gustaría
- La respuesta del conjunto motriz
- La capacidad de carga
- Su equipamiento de seguridad
- Mejor insonorización en la cabina
- Salidas de ventilación y puertos USB para las plazas traseras