En los últimos años hemos visto crecer el mercado de las pick-ups compactas doble cabina. Probamos durante un par de días el jugador más reciente en pisar esa cancha: la Chevrolet Montana. Con su propuesta en conectividad y seguridad, además de una mecánica eficiente, tiene argumentos para convertirse en protagonista de su segmento.
Aunque se trata de la tercera generación del modelo, esta Montana parece hecha desde ceros porque no comparte nada con el producto anterior. A Colombia llega en dos versiones, ambas automáticas, y la unidad que tuvimos en prueba corresponde a la variante Premier, que es la tope de gama.
Hablamos de una pick-up que mide 4,71 metros de largo, 1,79 de ancho (2,09 con espejos) y 1,65 de alto. Mientras que su distancia entre ejes es de 2,80 metros. Aunque alcanza a poner el pie en el terreno de las más pequeñas (Saveiro), sus dimensiones la ubican en el segmento de las compactas (Oroch).
De hecho, frente al Tracker, con el que comparte plataforma, es 437 mm más larga, 7 mm más ancha, 33 mm más alta y gana 230 mm de distancia entre ejes.
Chevrolet Montana: detalles del exterior
La Chevrolet Montana exhibe el más reciente lenguaje de diseño de la marca con una gran parrilla en negro cromado. También sobresale el conjunto óptico que divide las luces diurnas de los faros delanteros (en LED para la versión Premier) de buena iluminación. En la parte inferior cuenta con una pieza en plástico negro que acoge la entrada de aire y un ‘skid plate’.
Mismo color que encontraremos en los bajos del vehículo, los pasos de rueda y la barra antivuelco integrada que le añaden un toque de robustez y deportividad a la Montana. Complementan la visual unos elegantes rines en aluminio negros de 17 pulgadas.
En la parte posterior muestra cierto aire a la Silverado, guardando las respetuosas proporciones. Los faros traseros están unidos por una moldura en negro brillante que recorre todo el portón. El parachoques trasero incluye los reflectores a lado y lado y los posa pies para facilitar el acceso a la caja de carga.
Aunque de momento solo hay dos versiones en el país —no debería tardar en llegar la variante RS— la Chevrolet Montana 2024 tiene una amplia gama de accesorios para personalizarla. Hay disponibles un total de 62, de los cuales 51 son específicamente para esta pick-up. Los usuarios podrán agregar elementos según sus necesidades y gustos a través de 6 kits exclusivos (Elegance, High Tech, Multicarga, Multicarga 2, Sport y Trabajo).
La vida a bordo
No diríamos que es calcado, pero el habitáculo de la Montana si tiene muchas similitudes con el de Tracker. El volante multifunción forrado en cuero, clúster de instrumentos, consola central y palanca de cambios son los mismos para ambos modelos. Eso sí, el instrumental y la pantalla para la multimedia lucen mejor integrados en la Montana.
Al interior la calidad percibida es buena, con algunas superficies suaves al tacto en contraste con mucho plástico rígido a lo largo de la cabina. Pero en general tiene una presentación cuidada.
En la versión Premier —la que tuvimos para reseñar— los asientos son tapizados en vinilo negro y tiene 6 posiciones de ajuste para la silla del conductor. Para el pasajero ofrece 4. Justamente, la posición de manejo es uno de los puntos altos de esta pick-up.
El asiento del conductor es algo elevado, pero es cómodo para la zona lumbar y tiene buena sujeción lateral. En conjunto, con la regulación en profundidad y altura del volante y la disposición de los elementos se consigue una postura muy bien lograda y ergonómica.
La habitabilidad para los ocupantes de la segunda fila es apenas correcta para dos adultos. Hay buen espacio para cabeza, no tanto así para las rodillas donde la persona va a ir bastante más justa. La inclinación del respaldo es menos vertical y eso es algo que se agradece, pero, si bien la incidencia del túnel central es mínima, la consola podría ser menos larga y dar más espacio para las rodillas del ocupante del medio.
Las plazas traseras disponen de dos entradas de USB tipo A y toma de 12 voltios, aunque se hecha en falta un par de salidas de aire. Por cierto, el climatizador de esta camioneta es de una sola zona.
Tecnología y conectividad
En la Chevrolet Montana el instrumental lo componen una pantalla TFT de 3,5 pulgadas monocromática junto a dos medidores análogos para tacómetro y velocímetro. Tiene un diseño sencillo, pero con toda la información del funcionamiento y estado del vehículo necesaria.
De serie, la Montana cuenta con sistema multimedia Chevrolet MyLink 3 con conectividad inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay. Este se gestiona mediante una pantalla táctil de 8 pulgadas. Es realmente intuitivo en su operación y no tuvimos problemas para enlazar nuestros teléfonos.Además tiene cargador inalámbrico.
Cabe destacar que Montana es la primera pick-up de su categoría con las características de un vehículo conectado. Puesto así no dice mucho, pero algunas de sus funcionalidades explican mejor este concepto.
Por ejemplo, la camioneta ofrece internet a bordo gracias a su WiFi hotspot nativo. La intensidad de señal es hasta 12 veces mayor a lo que experimentamos en dispositivos móviles. Tiene además la posibilidad de enlazar hasta 7 dispositivos al mismo tiempo.
También tiene compatibilidad con la app MyChevrolet que permite encender/apagar el motor, abrir/cerrar la camioneta, activar la alarma o las luces desde nuestro smartphone. Eso de abrir o cerrar el vehículo por medio de una aplicación es bien práctico y útil, sobre todo para personas ‘despalomadas’ como el que escribe esta reseña.
Finalmente, como buen Chevrolet, cuenta con el paquete de asistencia OnStar. Este ofrece servicios de seguridad y emergencia para los propietarios de vehículos de la marca por medio de un Centro de Contacto integrado 24 horas los 7 días de la semana. No nos vamos a extender porque no hace parte de esta prueba, pero pueden conocer más sobre esta tecnología aquí.
El platón Multi-Flex
Aunque tiene ‘cositas’ de SUV, la Chevrolet Montana es una pick-up con todo lo que implica su denominación de origen. Dicho esto, la capacidad de carga no es un dato menor y aquí esta camioneta muestra un diferencial importante. Cabe recordar que estas pick-ups compactas son pensadas para cargas familiares o recreativas más que para trabajo pesado.
El platón —la marca lo denomina Multi-Flex— funciona como un baúl enorme de 874 litros y tiene una capacidad de carga de 600 Kg. Este cuenta con apertura de tapa amortiguada, doble iluminación, 8 ganchos de amarre y protector, lo que facilita la ubicación y sujeción de objetos.
La versatilidad viene dada por un accesorio opcional (aunque la unidad reseñada lo traía) llamado Multiboard. Son bandejas y separadores plásticos que se acomodan de forma modular para ofrecer diferentes soluciones de transporte de la carga. Tiene una capacidad máxima de 30 Kg.
La Montana también cuenta con un sistema de sellado del cobertor (una serie de canales y desagües) que permite evacuar hasta el 90% del agua cuando cae sobre la lona, ya sea rígida o flexible. Algo llamativo y que es uno de los puntos fuertes del modelo frente a sus rivales de categoría.
Chevrolet Montana: mecánica y desempeño
Todas las versiones de Montana comparten la misma motorización y son de tracción delantera. Hablamos de un propulsor 3 cilindros Turbo de 1.2 litros con inyección electrónica que entrega 130 HP y 190 Nm de torque. Este va acoplado a una transmisión automática de 6 velocidades con modo secuencial. Acelera de 0 a 100 Km/h en 10,1 segundos.
La respuesta del motor en términos generales es progresiva y por encima de las 1.500 revoluciones el 1.2 se siente más ágil de lo que su mecánica indica. Desde allí hasta las 3.500 se encuentra la ventana óptima de operación de este propulsor y donde la transmisión muestra su mejor versión.
Hablando de la transmisión, es la conocida GF6 ya contrastada en otros modelos de la marca. Es bastante suave y no presenta sobresaltos en los cambios de marcha. El modo Secuencial se activa mediante un botón en el selector, pero cabe aclarar que solo actuará cuando la transmisión este en ‘L’, que aquí no es de Low sino de Lock. En ese sentido, la transmisión no permitirá rebajar a una marcha menor si la velocidad de la camioneta es demasiado alta.
La Chevrolet Montana tiene un andar confortable. El motor tiene ese ‘ronquito’ característico de los 3 cilindros, pero es casi imperceptible (bien ahí por la insonorización) y presenta pocas vibraciones, salvo momentos puntuales como cuando tenemos pisado el freno si estamos detenidos.
Se siente además bien plantada. Tiene un comportamiento más parecido al de un SUV que al de un vehículo de trabajo y eso lo logra gracias a su esquema de suspensión. Tiene independiente tipo McPherson adelante con barra estabilizadora, y de eje de torsión atrás, que funciona bastante bien sin rebotes ni golpeteos secos. Adicionalmente, viene ajustada para nivelar la altura de la carrocería aún con la capacidad de carga al máximo.
La dirección electroasistida es precisa y hace que Montana sea un vehículo ágil fácil de maniobrar en la ciudad. El radio de giro es adecuado, aunque hubo que darle más vueltas al volante de las que hubiéramos querido para guardarla en el pequeño espacio de estacionamiento que nos asignaron. Igual es que aunque compacta, no es una pick-up de las pequeñas.
Chevrolet Montana: Seguridad
La Montana cuenta con frenos de discos, ventilados adelante y tambores atrás, con asistencias antibloqueo (ABS) y de reparto electrónico del frenado (EBD). El frenado es eficaz y el pedal dosifica correctamente la potencia, así que por ese lado otro check.
Todas las versiones de la Chevrolet Montana equipan de serie 6 airbags, control electrónico de estabilidad, asistente de arranque en pendiente, anclajes ISOFIX para las sillas infantiles, control crucero, limitador de velocidad y control de tracción.
Por su parte, la versión tope de gama Premier (la unidad objeto de esta reseña) suma alerta de punto ciego, faros delanteros Full LED con ajuste de altura y sensor de estacionamiento con cámara de reversa. No le hubiera venido mal contar con otras asistencias como alerta de colisión frontal y asistente de frenado de emergencia, ya que comparte otros elementos con Tracker.
Nos gustó / Nos gustaría
- Su versatilidad y capacidad de carga
- Confort de marcha
- Tecnología a bordo
- Que tuviera la opción de tracción integral
- Mayor distancia longitudinal para las plazas traseras
Galería
Fotos: Enrique Mathieu