Desde el Polski 125 hasta el Palio, Fiat ha sido protagonista de historias familiares, primeros autos y recuerdos que aún laten con fuerza en las calles del país.
Más que una marca, Fiat en Colombia ha sido una colección de emociones sobre ruedas. Durante décadas, cinco modelos en particular han dejado una huella imborrable en la memoria de los colombianos: el Polski Fiat 125, el 600, el 147, el Uno y el Palio. Autos que no solo movieron personas, sino también momentos, afectos y generaciones completas.

Polski Fiat 125: elegancia sedán para el día a día
Conocido popularmente como el “Fiat polaco“, este modelo llegó a Colombia en los años 60 como vehículo importado, pero pronto se ensamblaría localmente en la planta de la CCA entre 1973 y 1980. Su versión familiar, el Caravan, se hizo célebre en el mundo del taxi, aunque su diseño sedán y parrilla cromada también conquistaron a clientes particulares.
Equipado con un motor 1.5L de 83 HP y caja manual de 4 velocidades, el Polski no era solo un medio de transporte, era una declaración de estilo europeo, cómodo y distinguido.

Fiat 600: el encanto del “Topolino”
Diseñado por Dante Giacosa, el Fiat 600 aterrizó en Colombia en los años 60, importado inicialmente desde Italia y luego desde España y Alemania. Pero sería el Zastava 750Z, ensamblado en Bogotá desde 1977 hasta 1979, el que se ganaría el cariño nacional con el apodo de “Topolino”.
Compacto, económico y sorprendentemente ágil, era ideal para las crecientes ciudades del país. Con su motor de 767 cc y 25 HP, puertas suicidas y dos logos (Fiat y Zastava), el 600 se convirtió en ícono del diseño funcional y popular.

Fiat 147: el primer auto de toda una generación
Producido inicialmente con piezas brasileñas y luego con integración nacional, el Fiat 147 fue ensamblado en Colombia entre 1979 y 1983. Su diseño fastback de tres puertas, tracción delantera y motor 1.0L de 55 HP lo convirtieron en el auto ideal para estudiantes universitarios y familias jóvenes.
Innovador en diseño interior y seguridad, destacaba por su tablero funcional, asientos con apoyacabezas y cinturones de tres puntos. Fue, sin duda, uno de los modelos más recordados por su practicidad y confiabilidad.

Fiat Uno: el suceso de los 90
Lanzado por Fiat en Colombia en 1992, el Uno ya era un fenómeno global desde su estreno en 1983. Proveniente de Venezuela y Brasil, llegaba en versiones de 3 y 5 puertas, con motores que iban de 1.0L a 1.6L.
Simple, deportivo y con excelente relación precio-calidad, fue el primer auto de miles de colombianos. Su único limpiaparabrisas central y diseño compacto le daban un aire distintivo. Un modelo que democratizó la movilidad y reforzó el vínculo entre Fiat y el público joven.

Fiat Palio: versatilidad hecha emoción
Desde 1997, el Fiat Palio trajo a Colombia una visión más robusta y versátil del hatchback. Importado desde Venezuela primero y luego desde Brasil, venía con motor de entrada 1.3L y caja manual de 5 velocidades.
Pero fue en sus variantes donde se consolidó su legado: el Palio Weekend con look aventurero y la versión Adventure Locker con motor 1.8L, suspensión reforzada y diferencial bloqueable. Ideal para zonas rurales y familiares que buscaban emoción sin perder funcionalidad.

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Fiat en Colombia: una historia que se sigue escribiendo
Cada uno de estos modelos aportó más que diseño o motorización: entregaron momentos memorables, primeros viajes, aventuras familiares y una sensación de pertenencia. Fiat en Colombia no solo supo leer las necesidades de sus clientes en cada época, sino también responder con vehículos que se ganaban el corazón.
Hoy, al mirar hacia atrás, estos cinco íconos siguen rodando en la memoria colectiva, recordándonos que la movilidad también puede ser una historia cargada de emoción.